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Paquete bancario de 2021: nuevas normas de la UE para reforzar la resiliencia de los bancos y prepararse mejor para el futuro

Paquete bancario de 2021: nuevas normas de la UE para reforzar la resiliencia de los bancos y prepararse mejor para el futuro

  27·oct·2021

La Comisión Europea ha adoptado hoy una revisión de las normas bancarias de la UE (el Reglamento sobre requisitos de capital y la Directiva sobre requisitos de capital). Estas nuevas normas garantizarán que los bancos de la UE sean más resilientes ante posibles perturbaciones económicas en el futuro, al tiempo que contribuirán a la recuperación de Europa de la pandemia de COVID-19 y a la transición a la neutralidad climática.

Con el paquete de hoy, se completa la aplicación del Acuerdo de Basilea III en la UE. Este acuerdo fue alcanzado por la UE y sus socios del G-20 en el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea para aumentar la resiliencia de los bancos frente a posibles perturbaciones económicas. Las propuestas de hoy constituyen el último paso en esta reforma de las normas bancarias.

La revisión consta de los elementos legislativos siguientes:

una propuesta legislativa para modificar la Directiva sobre requisitos de capital (Directiva 2013/36/UE);
una propuesta legislativa para modificar el Reglamento sobre requisitos de capital (Reglamento 2013/575/UE);
una propuesta legislativa aparte para modificar el Reglamento sobre requisitos de capital en el ámbito de la resolución (la propuesta sobre la llamada «cadena margarita»).


El paquete se divide en lo siguiente:

Aplicación de Basilea III: reforzar la resiliencia frente a las perturbaciones económicas
El paquete de hoy aplica fielmente el acuerdo internacional de Basilea III, teniendo en cuenta al mismo tiempo las características específicas del sector bancario de la UE, por ejemplo, en lo que se refiere a las hipotecas de bajo riesgo. En concreto, la propuesta de hoy tiene por objeto velar por que los «modelos internos» utilizados por los bancos para calcular sus requisitos de capital no subestimen los riesgos, garantizando así que el capital necesario para cubrir dichos riesgos sea suficiente. A su vez, esto facilitará la comparación de los coeficientes de capital en función del riesgo entre las entidades de crédito, restableciendo la confianza en tales coeficientes y la solidez del sector en general.

La propuesta tiene por objeto reforzar la resiliencia, sin dar lugar a aumentos significativos de los requisitos de capital. Limita la incidencia global en los requisitos de capital a lo necesario, lo que mantendrá la competitividad del sector bancario de la UE. El paquete también reduce aún más los costes de cumplimiento, en particular para los bancos más pequeños, sin relajar las normas prudenciales.

Sostenibilidad: contribución a la transición ecológica
El refuerzo de la resiliencia del sector bancario frente a los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) es un ámbito clave de la estrategia de finanzas sostenibles de la Comisión. Es esencial mejorar la forma en que los bancos miden y gestionan estos riesgos como lo es velar por que los mercados puedan vigilar cómo actúan los bancos. La regulación prudencial tiene un papel crucial que desempeñar a este respecto.

La propuesta de hoy obligará a los bancos a identificar, divulgar y gestionar sistemáticamente los riesgos ASG en el marco de su gestión de riesgos, por ejemplo, con pruebas de resistencia al cambio climático periódicas tanto por parte de los supervisores como de los bancos. Los supervisores tendrán que evaluar los riesgos ASG en el marco de las revisiones supervisoras periódicas. Todos los bancos tendrán también que revelar el grado en que están expuestos a los riesgos ASG. Para evitar cargas administrativas indebidas a los bancos más pequeños, las normas a ese respecto serán proporcionadas.

Las medidas propuestas no solo aumentarán la resiliencia del sector bancario, sino que también garantizarán que los bancos incorporen consideraciones de sostenibilidad.

Una supervisión más estricta: garantizar una buena gestión de los bancos de la UE y proteger mejor la estabilidad financiera
El paquete de medidas presentado hoy ofrece instrumentos más sólidos para los supervisores que vigilan los bancos de la UE. Establece un conjunto de normas claras, firmes y equilibradas, por las que los supervisores evalúan si el personal directivo posee las competencias y los conocimientos necesarios para gestionar un banco.

Además, como respuesta al escándalo de Wirecard, los supervisores contarán ahora con mejores instrumentos para supervisar los grupos de tecnología financiera, incluidas las filiales bancarias. Este conjunto mejorado de instrumentos garantizará una gestión saneada y prudente de los bancos de la UE.

La revisión de hoy también aborda, de manera proporcionada, la cuestión del establecimiento de sucursales de bancos de terceros países en la UE En la actualidad, aquellas están sujetas principalmente a la legislación nacional, que está armonizada solo en pequeña medida. El paquete de hoy armoniza las normas de la UE en este ámbito, lo que permitirá a los supervisores gestionar mejor los riesgos relacionados con estas entidades, que han intensificado considerablemente su actividad en la UE en los últimos años.

Declaraciones de los miembros del Colegio de Comisarios:

Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo responsable de Una Economía al Servicio de las Personas, ha señalado: «Europa necesita un sector bancario fuerte para seguir concediendo préstamos a la economía a medida que nos recuperamos de la pandemia de COVID-19. Las propuestas de hoy garantizan la aplicación de los elementos fundamentales de las normas internacionales de Basilea III. Esto es importante para la estabilidad y la resiliencia de nuestros bancos. Hemos procedido teniendo en cuenta las características específicas del sector bancario de la UE y evitando un aumento significativo de los requisitos de capital. El paquete de hoy hará que los bancos de la UE sean más fuertes y capaces de apoyar la recuperación económica y las transiciones ecológica y digital».

Mairead McGuinness, comisaria de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de los Mercados de Capitales, ha dicho: «Los bancos tienen un papel esencial que desempeñar en la recuperación y redunda en nuestro interés que los bancos de la UE sean resilientes de cara al futuro. El paquete de medidas presentado hoy garantiza que el sector bancario de la UE está preparado para el porvenir y pueda seguir siendo una fuente de financiación fiable y sostenible para la economía de la UE. Al incorporar las evaluaciones de riesgos ASG, los bancos estarán mejor preparados y protegidos para hacer frente a retos futuros como los riesgos climáticos».

Didier Reynders, comisario de Justicia, ha observado: «Las personas que componen el consejo de administración y las que ejercen funciones clave de los bancos pueden ejercer una gran influencia en las actividades de una entidad de crédito. Desempeñan un papel fundamental a la hora de dirigir las empresas y gestionar las actividades de los bancos de manera prudente y saneada. Se necesitan normas armonizadas para evaluar si las personas que componen el consejo de administración y las que ejercen funciones clave son las adecuadas. Las normas adoptadas hoy aclararán las obligaciones respectivas de las entidades de crédito y las autoridades competentes. A continuación, garantizarán la coherencia a escala de la UE y, en última instancia, contribuirán a aumentar la solidez de los bancos».

Próximas medidas

El Parlamento Europeo y el Consejo debatirán ahora sobre el paquete legislativo.

Contexto

Tras la crisis financiera, los reguladores de veintiocho jurisdicciones de todo el planeta acordaron, en el seno del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS), una nueva norma internacional para reforzar los bancos, llamada Basilea III. Este acuerdo se celebró en 2017. La UE ya ha aplicado la gran mayoría de estas normas, lo que ha dado lugar a una capitalización mucho mayor del sector bancario de la UE.

Como consecuencia de ello, los bancos de la UE siguieron siendo resilientes durante la crisis de la COVID-19, como demuestra el hecho de que continuaron concediendo préstamos. Las reformas de hoy completan la agenda posterior a la crisis financiera con vistas a impulsar sustancialmente la competitividad y la sostenibilidad del sector bancario de la UE.