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El Eurogrupo decide este jueves si la española Nadia Calviño será su nueva presidenta

El Eurogrupo decide este jueves si la española Nadia Calviño será su nueva presidenta

  09·jul·2020

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Fuente: Euractiv

El Eurogrupo elegirá este jueves a su nuevo presidente para los próximos dos años y medio, una carrera a la que concurren la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos española, Nadia Calviño, y los titulares de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe, y luxemburgués, Pierre Gramegna.

La elección del sucesor del portugués Mário Centeno al frente del foro que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona tendrá lugar en una votación secreta por vía telemática, ya que debido a la pandemia la reunión se celebrará por videoconferencia.

El elegido tomará las riendas en un momento crucial para la economía de la eurozona, que está sumida en una recesión sin precedentes y encara la recuperación todavía con incertidumbre sobre cómo evolucionará la pandemia.

De imponerse en la elección, Calviño sería la primera española y la primera mujer en ocupar uno de los cargos europeos más relevantes.

Para ello, necesitará el apoyo de 10 de los 19 miembros del Eurogrupo, en una elección en la que cada país tiene un voto y todos cuentan lo mismo. Más allá del perfil del candidato, la balanza la decantarán los equilibrios geográficos y entre familias políticas.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha mantenido contactos en los últimos días con sus homólogos para recabar apoyos a la candidatura de Calviño y hoy se mostró “razonablemente optimista” sobre las posibilidades de que venza, aunque no aclaró si están asegurados los respaldos necesarios.

Calviño cuenta de momento con el apoyo explícito de Alemania, Italia, Portugal y Grecia, aunque la mayoría de países no han anunciado a quién votarán.

España tendría a priori más fácil conseguir los votos que le faltan entre los Gobiernos socialdemócratas y del sur y podría ser clave lo que haga Francia, que aún no se ha decantado, apuntan fuentes europeas.

En su carta de candidatura, la vicepresidenta española puso de relieve su experiencia comunitaria tras una carrera de doce años en la Comisión Europea, e insistió en que atenderá a las “diferentes sensibilidades” para generar “unidad” en una eurozona frecuentemente dividida entre norte y sur.

Calviño ha defendido dentro del Eurogrupo una mayor integración económica y se ha mostrado a favor de un Fondo de Garantía de Depósitos, un reaseguro de desempleo o un mecanismo de estabilización fiscal común, aunque se ha esforzado también por subrayar el compromiso de España con el control del déficit y la deuda.

En la negociación sobre el plan de recuperación tras la pandemia ha abogado por un fondo ambicioso, financiado con deuda común y gran peso de las subvenciones, encarnando así posiciones compartidas por los países meridionales, pero que generan recelos en el norte.

De ahí que vaya a tener un escollo en los llamados Estados frugales que han adoptado el euro (Holanda y Austria) y entre los de la Nueva Liga Hanseática, un grupo de países nórdicos y bálticos, incluida Irlanda, con menos ambiciones integradoras y gran apego a la disciplina presupuestaria.

El irlandés Donohoe, principal rival de Calviño

Su principal rival será el irlandés Paschal Donohoe. El político democristiano, que acaba de renovar como ministro de Finanzas en su país, cuenta con el apoyo del Partido Popular Europeo, la familia política que más Gobiernos lidera en la eurozona, aunque no todos le votarán.

Donohoe se presenta como “constructor de puentes”, haciendo valer tanto la posición moderada de Irlanda en la mayoría de negociaciones y su condición de país rescatado, como su larga trayectoria ministerial.

También Gramegna juega la carta del candidato de consenso y de la experiencia, tras seis años como miembro del Eurogrupo y con una carrera diplomática a sus espaldas.

“Los retos de hoy requieren consenso y compromiso entre todos los miembros de la eurozona, pequeños o grandes, del Norte al Sur, y del Este al Oeste”, dijo el ministro liberal, quien ya se postuló para el cargo en 2017.

Si ninguno de los tres candidatos consigue la mayoría necesaria en la primera ronda de votación, el que menos votos haya obtenido abandonará la carrera y se celebrará una segunda ronda, hasta que uno de los candidatos tenga los 10 votos necesarios. Ninguno de ellos sabrá cuántos ni qué países le han votado.

El elegido asumirá el cargo el 13 de julio.